Esta obra mantiene tintes románticos de las primeras poesías de su autor, imaginación y erotismo. En ellas se aprecia una madurez en la forma de comprender el mundo que le exige un retorno a la primera infancia: detenerse en el proceso de la diversión, amar sin recordar que a veces duele y madurar pero con prudencia. Historias de un futuro hipotético se corresponde, por tanto, con la misma etapa de poemas de juventud, aunque destaca un estado más profundo de ensoñación y optimismo, si es que esto es posible.