Sobreviviste a los efectos de La parte que falta, lo has releído. Ahora, desde otro ángulo, en La parte que falta encuentra a la O grande, la parte que falta deja de ser solo una parte y se convierte en el verdadero protagonista. Un giro redondo.

La Parte que Falta encuentra a la O Grande vuelve a arrojar un poco de luz en ese devenir que es la vida. Da igual si tienes 8 u 80 años. Unos pocos trazos minimalistas mueven montañas.

«La Parte que Falta encuentra a la O Grande nos recuerda que todos somos seres valiosos y completos. Nos habla de las relaciones y del Amor. De ese Amor con mayúsculas al alcance de todos que no nos exige encajar en ningún
molde, rellenar ningún hueco, ni dejar de crecer. Porque en lo profundo, a nadie le faltan partes. A todos nos viene bien recordar que no hay amor sin libertad.»

Dos libros maravillosos que encierran la historia de la vida. Lee y comparte lo que te mueve. ¿Rodamos?