El próximo miércoles, 28 de septiembre nos reuniremos con Fernando Savater y Hermida editores para hablar de la obra de Lev Shestov.
Os pedimos que nos confirméis vuestra asistencia, el aforo esta limitado.
Discípulo de Nietzsche y de Kierkegaard, aunque cautivado por los grandes autores de la novela rusa Tolstói y Dostoyevski, el pensador ruso de origen judío Lev Shestov —conocido hasta ahora en España y Francia, su país de adopción, como Léon Chestov— se inclinó por el fragmento corto y el aforismo para ensayar un difícil presente en el que las utopías morales, sociales y políticas han perdido credibilidad.
En la obra que publicamos, inédita en castellano, ensarta curiosas observaciones cargadas de ironía, en las que no ahorra críticas al positivismo y las «buenas intenciones» de la razón secularizada, heredera de la Ilustración.
Además de filósofo combativo, Shestov cultivó la crítica literaria, por lo que fue tan admirado como denostado. Entre sus admiradores destacan pensado
res de la talla de Edmund Husserl y Martin Buber. También dedicó estudios perspicaces a las obras de Dostoyevski, de Nietzsche, Kierkegaard, Pascal, Descartes y Spinoza, a quienes leyó atentamente toda su vida.
Su pensamiento es un poliedro: antirracionalista, anarquista, y al mismo tiempo religioso en el sentido pascaliano del término, aunque impregnado de la obra de Nietzsche hasta que Kierkegaard reemplazó al pensador alemán.
Shestov combatió nada más ni nada menos que a la misma historia de la filosofía occidental, de la que dijo que no era más que una larga batalla entre la razón y la fe, entre el secularismo y la religión, entre Atenas y Jerusalén.
“Estamos ante un libro único, imprescindible para entender el devenir de la filosofía (y de la literatura) del primer tercio del siglo XX en Europa, que nos da a conocer a un autor casi totalmente desconocido de manos de una magnífica traducción. Una obra que es muchas a la vez, en la que se dan cita personalidades de toda condición (Nietzsche, Schopenhauer, Kierkegaard, Chéjov, Tolstoi, Dostoievski, Cervantes…), en la que el lector se verá interpelado constante y amenazadoramente por la vivaz y entretenida pluma de Shestov.”
Carlos Javier González Serrano, El vuelo de la lechuza
“Shestov fue sin duda otro de los grandes espíritus libres de Occidente, autor de pensamientos atinados que nos hacen reflexionar sobre la gran literatura, el arte y la vida del artista, sobre libros y más libros de filosofía (atinadísimos comentarios sobre Schopenhauer, Kant, Hegel, Nietzsche) y también sobre las no
velas de sus autores favoritos: Chéjov, Tolstói, Dostoiewski… ”
Luis Fernando Moreno Claros, Ciudad de Azófar
“Estamos ante un libro que es un placer para la mente, que se saborea con deleite y que es para leer con calma y detenimiento, no tanto para entender el pensamiento de Shestov, sino para reflexionar sobre nuestra realidad”
Mila L Castelo, Anika entre Libros
“Confesaba Emil Cioran en la obra ya reseñada aquí “Conversaciones” que uno de los filósofos que más le habían influido en su juventud fue Lev Shestov, o León Chestov tal y como se le suele llamar en castellano, un filósofo ucraniano que se podía englobar en los llamados “espiritualistas rusos”, una especie de “Dostoievski filóso
fo”, según sus palabras. Cioran debía guardar todavía con él una deuda de gratitud cuando en el breve tiempo que estuvo al frente de una pequeña editorial francesa no dudó en reeditar obras suyas.”
A. Pacheco, Un libro en mi mochila
“Adogmático y -habría que añadir- asistemático, porque se trata de un conjunto de pensamientos sueltos, de aforismos y reflexiones certeras como dardos que van directamente al núcleo de las preocupaciones morales, estéticas y literarias de Shestov, que decidió escribir un prólogo para justificar el uso de este género extraño en la tradición rusa, pero que representa uno de los precedentes de la modernidad, que hace del fragmento uno de sus cauces de expresión y de la variedad de asuntos uno de sus signos de identidad.”
Santos Domínguez, Encuentros de lecturas