Descripción
En la década de 1960 “irrumpió una nueva escuela en la filosofía y en la sociología dela ciencia. Esta escuela —escribe el autor— rompió con la tradición: minimizó el papel de la curiosidad y el talento, acentuó la importancia de la presión y las convenciones sociales y negó tanto la continuidad del esfuerzo científico como la posibilidad de alcanzar la verdad. Sus profetas fueron Thomas S. Kuhn y Paul K. Feyerabend. Desde entonces los sociólogos de la ciencia se dividen en dos campos, que el eminente sociólogo francés Raymond Boudon llama el moderado (o moderno) y el maximalista (o posmoderno). El primero se inspira en las ciencias duras y en la filosofía rigurosa, mientras que el segundo se inspira en la literatura de ficción y en la filosofía blanda. El primero es cauto y se esmera en fundamentar lo que dice. El segundo es iconoclasta y se esfuerza en épater le bourgeois”.