Descripción
Dejad que las máquinas vengan a mí es un libro de espejos, de reflejos infinitos que rebotan dos superficies reflectantes.
Es una reflexión ontológica sobre aquello que hace al humano ser humano -el Principio de Humanidad Suficiente- a través de dos proyecciones de ese humano: las máquinas y las películas de ciencia ficción.
Las máquinas porque han pasado de ejecutar aquello que el humano no quería hacer a convertirse en eso que el humano quiere ser.
Y el cine porque es la representación de lo que es hoy el humano cuando pretende representar lo que será.
Y en el encuentro entre esos dos reflejos Luis Montero describe a un humano que a fuerza de pretender imponerse al mundo termina por ser producto de este.
Aquel que producía al mundo terminó producido por este.