El problema de la filosofía hispánica concierne más bien al carácter de la filosofía contemporánea en Hispanoamérica, es decir, a su ethos.
«Parece como si no pudiéramos hacer filosofía en nuestro mundo hispánico, -señala Nicol en el prefacio- sin debatir previamente la cuestión del carácter y estilo de lo que vamos a hacer y cómo adaptarlo al genio autóctono y a los destinos de nuestra comunidad.» Tal preocupación es estudiada en este ensayo.