Descripción
La aceptación primitiva de la misteriosa unión erótico-tanática, encarnada en las diosas madre de las culturas mediterráneas, se destruyó con el triunfo del cristianismo. A partir de entonces, la historia del pensamiento occidental (en lo que a esta inevitable junción se refiere) ha sido la de un constante intento por superar el desequilibrio que el cristianismo había propiciado y que finalmente afrontó resolutivamente el pensamiento romántico, proyectándolo hacia la contemporaneidad artística y literaria como una de sus obsesiones más importantes. Uno de los más destacados reformuladores para el siglo XX de la coexistencia en el ser humano de ambas pulsiones fue Sigmund Freud.
A lo largo del estudio que se ofrece en estas páginas, se afronta la evolución que ha experimentado (en general, en los discursos culturales de Occidente y, en particular, en los literarios y artísticos) la relación profunda y misteriosa entre el principio biófilo humano y su contrario, el destructivo.
Este trabajo propone el seguimiento de esa evolución a través de un nuevo planteamiento de comparatismo tematológico, que toma como base la confrontación de textos literarios con el resto de discursos que han construido la cultura en la que dichos textos se insertan.