Mediante el «juguemos otra vez», el niño pone en práctica un conocimiento peculiar de la vida y de las cosas, de modo parecido a como procede el coleccionista, «cuya pasión es siempre anárquica, destructiva».
OTROS LIBROS QUE QUIZÁ TE INTERESEN
Mediante el «juguemos otra vez», el niño pone en práctica un conocimiento peculiar de la vida y de las cosas, de modo parecido a como procede el coleccionista, «cuya pasión es siempre anárquica, destructiva».
OTROS LIBROS QUE QUIZÁ TE INTERESEN