Descripción
Nadie es racista por tomar nota de que el color de la piel se hereda, ni por hablar de la raza blanca, la negra o la amarilla.
En racista se torna el discurso racial cuando sucumbe a dos falacias, una moral y otra científica.
No marcar diferencias entre individuos y grupos y no dudar de la marcha del progreso son normas que, más o menos tácitamente, han gravitado como un tabú cultural sobre buena parte del pensamiento del último medio siglo.
El legendario ensayo de Claude Lévi-Strauss “Raza e historia” constituye un impresionante y revolucionario manifiesto sobre la dialéctica de las ideas de progreso y diversidad cultural.
Veinte años más tarde, completó y matizó su perspectiva con “Raza y cultura”.
Ediciones Cátedra reúne por primera vez estos dos trabajos como libro en el presente volumen.