La teleoplexia, o dominio del capital, es una catástrofe teleológica ya alcanzada que invierte todo propósito natural en un reino monstruoso de la herramienta.
Asumamos (escandalosamente, sin duda) que shoggoth es esa cosa y que nuestro pensarla queda incluido en su interior.
Alhazred se convulsiona abominablemente, como si hubiere sido alzado por los aires por una entidad invisible y depredadora, digerido desde fuera del mundo.
Si tal experiencia (el horror) es posible, entonces el universo es demostradamente inhabitable. La historia del capitalismo es una historia de horror.





